Ha sido el tema tanto de novelas románticas como de filmes muy exitosos y los médicos lo han sospechado durante mucho tiempo: un estudio con 9.000 británicos estableció que es posible morir por amor.
La investigación, publicada en Archives of Internal Medicine, reveló que el estrés y la ansiedad que generan las relaciones hostiles puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca.
Las posibilidades de padecer un ataque al corazón o dolor en el pecho trepaban un 34 por ciento, frente a las de las personas que se llevaban bien con su esposo/a o compañero/a.
"La condición cardíaca de una persona parece estar influida por las relaciones íntimas negativas", escribieron los autores. "Mostramos que los aspectos negativos de las relaciones cercanas (...) están asociadas con la enfermedad coronaria", agregaron.
Otras investigaciones demostraron que más conexiones sociales pueden implicar una vida más sana, un "efecto protector", pero pocos estudios observaron cómo las relaciones íntimas o los matrimonios pueden afectar la salud, dijo Roberto De Vogli, epidemiólogo del University College de Londres, quien dirigió el estudio.
Los expertos analizaron a personas que completaron cuestionarios sobre los aspectos negativos de sus relaciones, los cuales incluían a un esposo o esposa o a un amigo cercano, entre 1989 y 1990 o entre 1985 y 1988.
MALAS EXPERIENCIAS "REPETIDAS": Las preguntas consultaban sobre si las personas tenían apoyo emocional, la posibilidad de hablar con alguien sobre sus problemas o si podían contar con su compañero o un amigo cercano para algo tan simple como ir al almacén, señaló De Vogli.
El equipo realizó un seguimiento de más de 12 años y halló que las personas que informaban sufrir peleas, críticas y otro tipo de conflictos solían tener un 34 por ciento más de riesgo de padecer ataques cardíacos o dolor de pecho.
Cuando los especialistas descartaron otros factores de riesgo, como la obesidad, el tabaquismo, el alcoholismo y los antecedentes familiares, las chances de sufrir un ataque al corazón aún eran un 23 por ciento mayores, expresó De Vogli.
"Si una persona está rodeada de buena gente es bueno para su salud", señaló el autor durante una entrevista telefónica. "Si la rodean personas negativas es mucho peor para su salud", agregó el investigador.
El estudio no observó si la relación negativa jugaba algún papel en la severidad del ataque cardíaco.
"Parece claro a partir de este análisis que no importa si los aspectos positivos de las relaciones sociales tienen efectos protectores importantes, el impacto negativo sería más fuerte", concluyó De Vogli.
"Las personas continuamente repiten las experiencias negativas", finalizó el autor.
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